dimecres, 16 de novembre del 2011

ACTOR'S STUDIO III



MARLON BRANDO
AL PACINO
JANE FONDA
ROBERT DE NIRO.
KARL MALDEN.

Entrevista a Al Pacino por Lawrence Grobel



Cuando Pacino leyó la conversación de Lawrence Grobel con Marlon Brando, el actor neoyorquino, reticente a las entrevistas, ya que no había concedido ninguna a sus 39 años, pese a cargar a sus espaldas con cinco nominaciones al Oscar, nueve películas y veinte obras de teatro...( tampoco Brando nunca antes había sido entrevistado), obsesionado por la culpa y el perdón y por tanto, por Shakespeare, a quien no deja de recitar en el transcurso de todas sus conversaciones y a quien le dedicó su primera película como director, LOOKING FOR RICHARD, hizo una especie de vis-à-vis con el autor inglés, accediendo a que la revista Playboy hablara con él, Al Pacino dijo que le habían gustado estas palabras de Brando: “La culpa es una emoción inútil”. Lo hizo con la sola condición: que la entrevista la hiciese la misma persona que se la había hecho a Brando.



De su primer encuentro con Al Pacino, Lawrence Grobel, conocido también por haberlo hecho con Truman Capote, recuerda que el piso del actor en Manhattan tenía una pequeña cocina con aparatos desgastados, un retrete cuyo wc no dejaba de soltar agua, una habitación dominada por una cama deshecha, y un salón amueblado como el escenario de una producción a punto de ser interpretado por un vagabundo urbano. Eso sí, por todo ese salón había obras de William Shakespeare en ediciones baratas de esquinas dobladas. Y es que Shakespeare y el teatro son aspectos fundamentales en su vida, quien nunca ha dejado de sentir que sus raíces están en el teatro, a donde regresa siempre que la presión de ser una estrella de cine se le hace insoportable.


El mundo de las palabras y la belleza del lenguaje siempre han atraído poderosísimamente a Pacino. Hasta el punto de confesar que, si pudiera escribir, no practicaría ninguna de las otras artes. Después de diversos trabajos, desde conserje hasta acomodador, pasando por abrillantador de fruta fresca, Alfredo James Pacino, el actor, empezó a estudiar interpretación en serio a los 18 años, en el Herbert Berghof Studio de Nueva York. Allí conoció a Charlie Laughton, su mentor y amigo. Éste le enseñó ciertos aspectos de la vida con los que no hubiera podido entrar en contacto. Le hizo conocer escritores y le mostró lo bueno y lo malo que rodea a la interpretación. En cierto sentido, Charlie fue responsable de su educación. Aunque Pacino debe su lanzamiento al Actors Studio y a su educación literatura. Él mismo afirma que escritores como Chejov, Balzac, Dostoievski, Henry Miller o su amado Shakespeare, le dieron una razón para vivir. Creció alimentándose de modo autodidacta con muchos escritores distintos, consciente de que venía de la calle y carecía de educación formal. De hecho, una de las cosas que le hizo querer ser actor fue La gaviota de Chéjov, cuando la vio a los 14 años en el Bronx. Tan sólo había quince espectadores, pero para él fue una experiencia extraordinaria.



Aparte de ser todo un icono y una leyenda al igual que Brando para sus compañeros de profesión, Al Pacino demuestra ser un lúcido interlocutor cuando deja a un lado sus proverbiales reservas hacia las entrevistas. Por eso encontrarse con la publicación de Conversaciones con Al Pacino, donde Lawrence Grobel recoge las charlas mantenidas con el actor es todo un lujo que nadie debería obviar. La relación profesional entre el periodista y el intérprete acabó en una estrecha amistad, lejos de perjudicar al calado de las conversaciones, Al Pacino ayuda a que Grobel converse en ajustado equilibrio con el actor y el personaje, con la estrella y la persona. El resultado es apasionante:



-"Actuar e interpretar, es para mi una necesidad, una forma de expresarme por medio de la penetración en las cosas. Soy un artista. Siento una necesidad y un deseo muy fuerte de hacer lo que hago, de desdoblarme, de admitir ser otro, de llevar lejos el significado del método y nadar en él para fortalecerme como actor. He rechazado ofertas para hacer películas comerciales cuyos guiones no me seducían y, a veces, he preferido regresar al teatro para hacer una obra pequeña, siempre escogerá El mercader de Venecia en lugar de El mercader de la muerte"- 




-"Te aseguro que los grandes papeles, todos son profundamente humanos, ya sean asesinos o padres de familia. Por eso, siempre persigo aportar humanidad y complejidad. Si haces de tu personaje un ser humano, la gente puede identificarse con él. La gente se identifica si sus fragilidades y cualidades son visibles, tal vez por eso Harold Becker, que me dirigió en Melodía de seducción, dijo que yo era algo más que un gran actor, que me veía como la misma condición humana encarnada y esto te aseguro que lo adquirí en el Actors Studio, yo no represento un personaje, me transformo en ese personaje. Tal es así que cuando trabajo en la construcción de alguno de mis personajes, me meto en el papel trasladándolo a cierta dimensión de mi vida real. Una vez, cuando trabajaba en una caracterización de abogado, un amigo me comentó que tenía un problema con cierto contrato. Instintivamente, le contesté que me dejase echarle un vistazo. En otra ocasión, estaba en un taxi y había un camión delante que me echaba humo sobre su cara. protesté al camionero, y cuando éste le preguntó quién era, le grité: “Soy policía, y quedas arrestado. Hazte a un lado”-"




En estas conversaciones, cuyas primeras versiones fueron viendo la luz en publicaciones como Playboy, Movieline o Premiere—pocos rincones quedaron por explorar. Al Pacino habla de todos y de todo lo habido y por haber. Pero, claro está, se explaya sobre todo acerca de los recovecos de su profesión, sobre sus filmes y sus personajes, algunos tan importantes como para haberle permitido dejar su huella en la historia del cine norteamericano, gracias a la influencia de su íntimo amigo Marlon Brando, Se refería a la trilogía de El padrino, también a Serpico y Tarde de perros… Si bien tampoco muestra inconveniente en reconocer que, aún a estas alturas, la interpretación sigue siendo un misterio para él. Pero, por encima de todo, Pacino expresa un apasionado amor hacia la poderosa plasticidad del lenguaje, el teatro, porque en realidad es un actor teatral que, por azar, se transformó en estrella cinematográfica, y Shakespeare, a quien ama y cuyos versos cita a menudo de memoria para, con naturalidad, ilustrar mejor el tema de conversación sin afectación alguna.



-" Nunca fui un buen estudiante. Jamás tuve la perseverancia ni la constancia necesarias para serlo. Acudía a la biblioteca de mi pueblo y en lugar de aposentarme en las salas de estudio me ubicaba en la zona de consulta. Podía estar cuatro horas en la biblioteca pero estudiando como mucho hora y media. El resto los dedicaba a buscar la novela que quería leer o a consultar el diccionario de actores y directores. En mi época universitaria era un asiduo lector de novelas. Con facilidad caían cuatro o cinco al mes. Pero hace tiempo que deje la ficción a un lado. Con la excepción de cada nueva novela, algunas de ellas me han parecido tan buenas y tan excitantes como Crimen y Castigo. últimamente sólo leo biografías sobre actores. Jamás me cansaré de recomendar la biografía escrita por Lee Server sobre Robert Mitchum.-"


-"Actualmente estoy leyendo la increíble entrevista a Brando en su isla privada. Es un libro muy ameno en el que mi amigo se desnuda parcialmente, sin despreciar para nada sus orígenes o sus pasiones. Brando me parece como ese Dios que nos sigue y que quiere bendecirnos, a mi lo hizo hace tiempo, cuando éramos prácticamente unos infelices, tirados al suelo del frío Actors Studio-".



En 2001 Al Pacino participó en El arte de la entrevista, un seminario dirigido por Grobe. En él los estudiantes de la universidad de UCLA tuvieron la suerte de preguntar a Pacino lo que quisieran . Uno de los estudiantes le preguntó sobre el cine y el teatro, por qué se inclinaba más por este último. 



Me gusta la respuesta de Al Pacino:

-"Si eres equilibrista, tu trabajo es caminar por la cuerda floja. Tienes que subir, y si te caes, eso es el teatro. En las películas hay cuerda, pero está en el suelo. Esa es la diferencia. Cuando estás en un escenario, tu cuerpo cambia. La química de tu cuerpo cambia para sobrellevarlo. La vida que se lleva en el cine es una experiencia distinta. No es que tenga menos de arte ni de oficio. Son dos cosas distintas. Cuando el teatro tiene la fuerza suficiente, puede alterar el curso de tu pensamiento o tu manera de pensar y de ver las cosas. Se comienza saboreando las palabras. Tratas de apropiártelas. Les sirves, y ellas, a su vez, te sirven a ti.-"



Entrevista a Marlon Brando por Lawrence Grobel 







Tras veinticinco años sin hablar con la prensa, Brando invitó al periodista Lawrence Grobel, a pasar diez días con él en Tetiaroa, la isla que poseía el actor. El resultado de esa estancia fue un manuscrito excepcional, en el que el mítico actor opina sin escrúpulos sobre un gran repertorio de temas. No puedo relatar todo, pero ofrezco fragmentos de aquella conversación, lo mas interesante. Un regalo de mi amigo Budy. 




-"Con frecuencia, los críticos se inclinan por usted, o bien por Olivier, como el mejor actor vivo. ¿Cree usted que haber hecho los clásicos supone una ventaja para Olivier?-" 





-"Es una especulación. Y especular es perder el tiempo. No me importa lo que los críticos puedan decir"-



-"En cambio si parece importarle que la gente diga que no siempre está al cien por cien cuando interpreta."-

-"Stella Adler, que era mi profesora y una mujer admirable, me contó una vez una historia sobre su padre Jacob P. Adler, un gran actor yiddish, que trajo consigo la gran tradición teatral europea. Él siempre decía que si ibas al teatro a trabajar y sentías un cien por cien de inspiración, mostraras setenta. Y si ibas otra noche y sentías un cincuenta por cien, que mostraras treinta. Y si ibas al teatro y notabas un treinta, simplemente te dieras la vuelta y te fueras a casa. Que siempre mostraras menos de lo que tienes."-

-"¿Alguna vez ha hecho un papel sin más?"-

-" Muchas veces, desde luego"-

-"¿Cuantas veces?"- 

-" Muchas...-" 

-"¿Como en La condesa de Hong Kong?"-

-" No, intenté estar al cien por cien, pero era un muñeco, una marioneta, en aquella película. No podía ser otra cosa, porque Chaplin es un hombre duro, de ideas fijas, pero con mucho talento, y no iba a ser yo quien discutiera con él sobre lo que es divertido y lo que nó. Debo reconocer que no empezamos muy bien. Llegué a Londres para la lectura del guión y Chaplin nos lo leyó. Yo sufría jet-lag y en plena lectura, me quede dormido. Eso fue horrible, a veces, dormir es más importante que todo lo demás. Ese papel no era para mí. Chaplin no debió haber intentado dirigir esa película; tendría que haber actuado él o haberse dedicado a escribir sus memorias. Era un hombre muy duro, malvado y sádico. Le vi torturar a su hijo, hhumillándole, insultándole, haciendo que se sintiera ridículo, incompetente. Sidney Chaplin interpretaba un pequeño papel y Chaplin se metía con él. Yo le pregunté: “¿Por qué lo aguantas?”. Le sudaban las manos. Y contestó: “Bueno, mi padre está viejo y nervioso, no pasa nada”. No es una excusa. Chaplin me recordaba lo que Churchill dijo de los alemanes: o están a tus pies o en tu cuello."-

-"¿Se portaba así con usted?"-

-"Intentó meterse conmigo, y le dije. “No me hables nunca en ese tono”. Dios, me volvía loco de verdad. Fue un día a última hora, empezó a armar un jaleo por lo que le había dicho. Le dije que podía coger su película y metérsela por el culo, imagen por imagen. Eso fue después de darme cuenta de que era un completo fracaso. Ese hombre no podía dirigir a nadie. Seguramente podía hacerlo cuando era joven. Pero con el cerebro de Chaplin, tenías que darle el beneficio de la duda. Aunque siempre debes separar talento y personalidad, que no tienen nada que ver, estaba claro que desconocía el método del Actors Studio, le habría venido muy bien haber asistido a algunas clases, pero a pesar de todo, tenia ideas admirables, pero un monstruo como hombre."-

-"¿Se diría que es una película para olvidar?"-

-"Las películas son experiencias fluidas. En una película, al final, lo que resulta es, muy a menudo, diferente, mucho peor, mucho mejor, o completamente distinto de lo que se pretendía al empezar. He visto actuaciones malísimas, pero en el cine existen trucos; se pueden apuntalar, tapar y hacer que parezcan sólo torpes. Siempre se está a merced del director... y también de tus propios defectos, por eso soy partidario del método y lo seré siempre, un actor tiene que olvidarse quien es y adoptar la piel y el personaje que va a interpretar. Creérselo totalmente, de forma que por momentos no sabes ni tu nombre. Ese es el secreto de la interpretación. Hacerlo al revés es un error."-.

-"Mirando hacia atrás, ¿hay alguna de sus películas de las que no se sienta contento en absoluto, que le gustaría borrar si pudiera?

- " Por supuesto"_ 

-"¿Cambiaría alguna si tuviera oportunidad de reeditarlas ahora?"-

-"No podría, aunque debería....! Por Dios !, uno de los lugares más horribles del mundo es la sala de montaje. Estás todo el día en un sitio oscuro y repleto de humo de cigarrillos"_.

-"¿Paramount le dió cien mil dólares para que hablara con la prensa después de rodar El padrino?"-

-"Cuando oigo o leo cosas así, siempre me acuerdo del congresista que mete la mano en la caja. Normalmente concedo pocas entrevistas, quiero evitar que la gente me haga preguntas a las que inevitablemente mentiría, solo digo la verdad a mis amigos, ellos son los únicos que conocen mi verdad"-

-"¿El hecho de ser etiquetado como “actor de Método” significa algo para usted?

-"No en la actualidad, pero fué vital para mi en su tiempo, lo que hace un actor de método, es abrirse paso hasta la misma esencia del personaje. Se abre paso y va más allá de las fronteras de la angustia tolerable."-

¿Y es usted optimista sobre el futuro de la vida en este planeta?

-" No puedes vivir toda la vida diciendo: “Bueno, esto es el final, así que mejor que saquemos el barco, subámonos a él y riamos y toquemos hasta que Gabriel haga sonar la trompeta”. Sean cuales sean las circunstancias, uno tiene que seguir intentando encontrar soluciones. Incluso aunque parezca imposible. No se ha inventado todavía ningún sistema que funcione: la religión no lo consigue, ni la filosofía, ni la ética, ni los sistemas económicos. Ninguno de los sistemas con referencia a los problemas humanos ha funcionado jamás. Aunque vivir una vida de desesperación no es posible. He escuchado los pros y los contras. He escuchado a científicos decir que no sabemos lo suficiente, que el ciclo de la vida en la Tierra tiene un equilibrio tan delicado que, si todavía no lo hemos mandado al garete, desde luego, trascenderemos nuestras naturalezas, que parecen imparables e inmutables. Otros dicen que va a venir un gran día. Buckminster Fuller es un hombre con esperanza, cree decididamente en el nirvana del futuro cercano. Herman Kahn nos ha contado lo maravilloso que es el mundo que tendremos y la naturaleza de las luchas para llegar a ello. ¿Quién sabe?"- 


-"¿Y qué me dice de envejecer? ¿Cómo ha envejecido usted?"-

-"Bastante bien... es curioso, pero cuanto más viejo, más feliz me he sentido.-"

-"¿Le tiene miedo a la muerte?"- 


-"De todas las maravillas que he oído, me parece extraño que los hombres deban temer; al ver que la muerte, un final necesario, vendrá cuando tenga que ser-"

-" Cuando estudiaba en el Actors Studio, ¿Le costaba recordar más de Shakespeare que a otro autor?-"

-" Si y mucho, pero aprendí a estudiarlo y a pensar que recordar es parte de mi profesión, la que había elegido y Shaskespeare merece la pena: Lee nos decía algo que no olvidé: “Por el amor de Dios, vamos a sentarnos en el suelo y a contar historias tristes de la muerte de los reyes, donde rodean los templos mortales de un rey y se mantiene la misma muerte en su corte.... y allí se sienta el bufón, que se burla de su estado, se ríe de su pompa... y con un pequeño alfiler, atraviesa el muro del castillo, y ¡adiós rey!”, así conseguíamos hacer de sus textos nuestro cuaderno particular, Lee era un genio, nunca como Kazan, pero un genio a fin de cuentas-".

-" Cuénteme algo como regalo de lo que no haya hablado mucho, es mi último favor, mañana vuelo hacia Londres-" 

-"Cuando decidí ir a Hollywood era un joven lleno de confusiones y presunciones. Muy perezoso, con poca cultura y tan sólo un poco sagaz. Por lo tanto era bueno para hacer cine. Dicen que soy egoísta y egocéntrico., en otros campos me constituyen, con demasiada frecuencia, con un notable....desagradable fastidio. Si uno no se pone a hacer algo original de vez en cuando, la gente acaba por aburrirse de nosotros, No basta con ser buenos actores: es preciso suscitar en el público curiosidad e interés... Como y bebo sin preocuparme de la línea. Quiero decir que si engordo demasiado pasaré de papeles de primer actor a papeles de carácter. Me habían impuesto al comienzo de mi carrera, como un cliché de guapo a la fuerza, del músculo a toda costa y yo seguí el juego. Ahora le diré que el hecho de que se me haya caído el pelo, haya engordado unos kilos y me hayan salido algunas arrugas no me preocupa en absoluto. Atraigo igual, tanto a hombres como a mujeres, y no te quiero decir con esto que sea bisexual o homosexual, las etiquetas me aburren, soy un hombre que adora el sexo simplemente, venga de quien venga. No me importa lo que la gente piense a estas alturas. Soy un actor, ¿no? Esto quizá ha sido el mayor equívoco dentro de mi vida personal, ha envenenado mi existencia y ha reflejado a un Marlon Brando bajo una luz falsa a los ojos del público. Cuando interpreto me transformo, el aprendizaje del método. Me quema dentro una especie de fuego, una especie de delirio. Y me siento fuerte, feroz como un león. Solo esto. Si soy un buen actor o no, es algo que nunca supe y lo siento. En el caso de Paúl Newman, su primera señal proviene del Actors Studio, un taller de interpretación en el que se daban los pasos hacia la naturalidad, aunque la realidad demuestre en muchos casos y no voy a citar nombres, que aquellos que pasaron por sus aulas adquirieron vicios interpretativos. Mi exceso y el de Newman en su primera etapa tuvo que corregirse progresivamente para dejar paso al talento real que se suponía teníamos. Y si hablamos de actuaciones dramáticas, la frontera entre la caricatura y la genialidad no tiene referencias o advertencias visibles, sino resultados concretos. Quienes salieron del Actors Studio pocas veces advertían cuán hondo había calado en ellos la esencia de la escuela, al punto de hacer identificables a los pupilos de ésta allá donde fueran. Una vez me advirtió Paúl Newman, que en el Actors se había llegado a hacer proselitismo de estilos que han enloquecido a más de un centenar de actores y actrices. Hubo tiempos en que aquello tenía todo el decorado de un monasterio tibetano. La anécdota surge cuando se repara en el hecho de que, pese a tales declaraciones, mi amigo Newman aceptó intervenir en un documental a mayor gloria de la factoría Strasberg. La referencia al Actors, en el caso de Newman, a punto estuvo de no ser necesaria, ya que permaneció en él tan sólo ocho meses. Puedo decirte y esto no lo saben muchos, que en un principio, James Dean y Newman fueron rechazados, especialmente el segundo, acusado de informalidad y de faltar constantemente a clase. Tal comparación rebasa el conjunto de elementos comunes adquiridos en el Actors. Quizá la búsqueda inicial de un hueco en las pantallas llevase a Newman a imitar a compañeros de generación, como a James Dean, cuyo papel en AL ESTE DEL EDÉN, en principio le fué ofrecido a Paúl, puede que el carácter de ambos, traducido en sus interpretaciones, fuera parecido en su período juvenil."- 

-" ¿Le resulta difícil hablar de todo esto?"- 

-" No, es raro, esta vez me siento bien hablandolo contigo. No lo repetiré mas-" 

-" En 1971 me di cuenta que Paúl Newman se limitaba a copiarme, Paúl es un buen muchacho y lo hace bien. Tendrá futuro en el cine mientras yo me mantenga retirado. Si algún día a mí se me ocurre volver a tomar mi carrera en serio, los espectadores descubrirán que Newman me imitaba mal. Todo quedaría en pura broma si el cine no se hubiese encargado de enfrentarlos artísticamente de nuevo. La última batalla de esta confrontación llegó en 1978, cuando las negociaciones de Francis Ford Coppola conmigo para intervenir en APOCALYPSE NOW, llegaron a dique seco y el director italoamericano optó por contratar a Paúl Newman. Casi de inmediato, decidí renegociar la oferta de Coppola, y dejé a Newman sin un papel de lujo. La prensa, como siempre vertiendo mierda sobre nosotros, recogió, no obstante, las declaraciones de Paúl acerca de la propuesta del director y, sobre todo, habló no muy bien de mi. Aun lo recuerdo:

-"Marlon es un loco y también un actor genial. Es soberbio, amable, afable... Un hombre al que nadie podría definir porque se muestra distinto cada día. Ignoro si mi trabajo en Apocalypse now puede superar al de Brando. Yo acepté rodar esa cinta por la simple razón de que me interesaba trabajar con Francis Ford Coppola. Ignoro la razón que le hizo pensar en mí en sustitución de Brando. Ahora sólo me preocupa mi trabajo. Yo soy un actor metódico. Ensayo mucho y disciplinadamente cada escena, busco la identificación física con el personaje hasta llegar a formar una identidad con éste. Precisamente por eso, mis registros parecen encontrar una adecuada contrapartida en intérpretes de mayor frescura, más autodidactas. En este sentido, mis películas de protagonismo compartido más logradas son aquellas realizadas junto a un inteligente actor californiano, Robert Redford, que, tras actuar en Descalzos por el parque, optó subir un escalón de popularidad al filmar, junto a mi, Dos hombres y un destino, con Redford hubo siempre una especie de química masculina semejante a la que, tiempo atrás, se diera con Tracy y Gable, cosa que con Brando hubiera sido imposible, él era el centro, la estrella, los demás los bufones. No me ha perdonado nunca que le quitase el papel protagonista de LA GATA SOBRE EL TEJADO DE ZINC y DULCE PÁJARO DE JUVENTUD, pero debo ser leal, Marlon es un genio, un actor que solo aparece una vez cada 200 años-"




-" Todo esto es increíble y me siento muy halagado al escucharlo, ¿Tienes mas detalles?-" 

-" Desde luego, pero estaríamos años y estoy muy cansado, solo para terminar te diré que el Actors, como todos saben fué fundado por mi amigo Elia Kazan y otros nombres que no recuerdo, pero aunque muchos periodistas han puesto en mi boca que he renegado del Actors, te diré que es una sucia mentira, porque me siento un privilegiado por haber comenzado allí. La hija de Lee Strasberg, Susan fundó en 1991 la más moderna de las escuelas Actors Studio, en el Teatro Tordinona, de la ciudad de Roma. Sin duda, sigue vivo el método, tanto en el ámbito de la actuación como en el de la dirección de actores. Y es en este campo quiero mencionar otra vez a Paúl Newman, porque como actor, se desprendió paulatinamente del barniz de la escuela de Strasberg, pero curiosamente no le ocurrió lo mismo como director, ya que mantuvo la disciplina de los ensayos y el proceso de interiorización como cauces preferentes en la preparación de los Films que ha dirigido, lo que en un escenario teatral puede resultar un momento de intensidad, en el cine puede tornarse morosidad narrativa, y eso es algo que Newman, pese a las buenas intenciones, parece no tener en cuenta.-"









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